Películas B

Esta simpática película dirigida por Christopher Thies tiene un aire a la anteriormente reseñada Frostbiter: Wrath of the Wendigo. Si bien no cuenta con su acelerado ritmo, tiene en común una ambientación en una nevada zona montañosa y el uso de criaturas hechas en plastimación producto de un delicado trabajo de manualidades en una época en donde el CGI no estaba al alcance de todos.

Winterbeast inicia de forma muy prometedora con la representación de un sueño que tiene uno de los guardabosques del lugar, Bill Witman, en él recibe la visión de su compañero muerto en vida junto un escalofriante monstruo.


Sugestionado por ese sueño, a nuestro protagonista no le toma demasiado tiempo ponerse suspicaz respecto a las misteriores desapariciones que están ocurriendo en el pueblo, si bien es cierto que no consigue avanzar mucho con sus investigaciones. Pero dichas pequisas le sirven para toparse con un personaje bastante sospechoso, de esos que dan la impresión de llevar la palabra "villano" tatuada en la frente, quien es ni más ni menos que el dueño de un refugio para alpinistas y que se opone a cualquier intento de prohibirle el paso a los escaladores hasta que se esclarezcan las desapariciones.


Y mientras el guardabosque se encuentra atascado entre un misterioso y nada colaborador Dave Sheldon y el miedo de los locales que se limiten a decir que todo está relacionado con una vieja leyenda india, se siguen acumulando las víctimas que caen como muñecos de plastilina en manos de estos monstruos que se hallan fueran de control. Ah, lo de muñecos de plastilina no es una exageración:


Ni qué decir de la escena final, supongo que simplemente el director enloqueció y mezcló escenas al tiempo que reía como maníaco. Cuando vean la película lo notarán desde el momento en el que al señor Sheldon se le derrite la cabeza y acto seguido en una escena distinta aparece la tan esperada Winterbeast, a lo que le sigue una batalla final contra monstruos gigantes en medio de explosiones y persecuciones absurdas puesto que jamás vemos a nuestros héroes ser realmente acechados.


Para ser franco la película tiene bastante por donde criticarla, por ejemplo el mal endémico de esta clase de cine se repite una vez más: el audio en algunas escenas es doblado y queda patente porque no está bien sincronizado con el movimiento de los labios de los actores; algo que se nota especialmente en la escena en que los dos guardabosques están hablando en una cabaña. Los monstruos son muy simpáticos de ver, y posiblemente de no ser por ellos no estaría escribiendo esta reseña, pero es eso, sólo funcionan por el factor risa. Lo otro es la trama, tan confusa que ni siquiera vale la pena prestarle atención. Pero eso a mí no me importó, igual me divertí viendo Winterbeast, lo mejor es que vean el trailer que sí le hace justicia a esta olvidada cinta.



Como dato curioso, Christopher Thies, guionista y director de Winterbeast, no realizó ningún otro trabajo cinematográfico. Me resulta extraño, puesto que si bien la película evidentemente no era para ganarse un Oscar, a su trabajo se le notaba potencial de sobra dentro del mundo del cine B. No obstante, mantiene un dominio en internet con información sobre Winterbeast y donde además ofrece la posibilidad de adquirir el DVD: http://www.winterbeast.com/

Aunque lo anterior puede tener una justificación en que Winterbeast es una película que poco le faltó para no existir. De acuerdo con IMDb su rodaje comenzó en 1976 pero fue interrumpido hasta 1989, cuando se completó esta cinta filmando todo en dos días. El detalle es que utilizaron parte del material grabado en 1976 a pesar de las inevitables consecuencias del paso del tiempo. Desconozco qué escenas exactamente pertenecen a la antigua filmación, pero por ejemplo en las siguientes imágenes se nota la diferencia en las canas y largo de cabello en el señor Sheldon.


Como bono, un momento pajero: