Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

22.12.13

Robo Vampire (1988)

Publicado por Marcel |

Nada mejor que esperar la Navidad viendo divertidísimo cine carente de toda calidad y lógica. Es por ello que hoy toca hablar de Robo Vampire, una producción de Tomas Tang y dirigida por Godfrey Ho bajo el seudónimo de Joe Livingstone; si bien hay fuentes, como Wtf-film, que indican que Ho no participó en la creación de esta pieza de culto y que hasta el sol de hoy la identidad de Joe Livingstone sigue siendo un enigma.


La acción es trepidante desde la primera escena, cuando vemos a dos soldados estadounidenses que trasladan a un prisionero chino ser sorprendidos por una extraña criatura de rostro putrefacto que emerge de un ataúd y que se moviliza dando brincos; inmune a los disparos y sedienta de sangre.


Esta peculiar raza de vampiros es controlada por un cejudo sacerdote taoísta que opera bajo las órdenes de un narcotraficante que está harto de que cierto militar llamado Tom estropee todas sus operaciones allí en Hong Kong, lo que lo ha llevado a tomar medidas desesperadas como recurrir a la magia negra.


Como si la trama no fuera ya bastante enredada, hace acto de presencia una mujer occidental a la cual se le transparentan los senos a través de su camisa y resulta ser un fantasma que en vida mantenía una relación prohibida con Peter, uno de los cadáveres convertidos en vampiros por parte de este sacerdote, y le reprocha que por su culpa no pueden estar juntos en la eternidad. El sacerdote sopesa sus opciones y decide casarlos bajo la condición de que en lo sucesivo le brinden obediencia absoluta.


Finalmente las malas artes de estos villanos dan fruto y Tom fallece en una emboscada que le realizan los vampiros; pero uno de sus compañeros, probablemente inspirado por la película que un año antes dirigiera Paul Verhoeven, decide aprovechar la oportunidad para unir sus restos a una computadora y transformarlo en un androide justiciero. El diálogo en esa escena es tan absurdo como todo lo que ocurre en esta película:

- Como Tom ha fallecido quiero usar su cuerpo para crear un robot con él. Me gustaría que usted aprobara mis planes, señor Glenn.
- ¿Me asegura que tendrá éxito?
- Umjú.
- Está bien. Su solicitud ha sido aprobada.

Tom antes y después.

En este punto les diré cuál es mi teoría en torno a Robo Vampire. Joe Livingstone, sea este un seudónimo de Godfrey Ho o no, tomó dos películas que tenían el narcotráfico como elemento común y las mezcló al más puro estilo de Al Adamson con Blood of Ghastly Horror. En un principio tenía una predecible y ordinaria película de acción sobre narcotraficantes y posteriormente filmó otra más extravagante donde los villanos atacan con una horda de vampiros que dan saltitos y lucen más como zombies, mientras que los buenos responden con una imitación de Robocop. Intercaló las nuevas escenas en la vieja trama y el resultado fue Robo Vampire.

Lo que inicialmente era una leve sospecha, terminó por confirmarse la segunda vez que vi la película y pude comprobar que los actores de una trama jamás interactúan con los de la otra y que incluso los capos de la operación son distintos, enfrentándose uno a un grupo militar de donde surge este soldado androide y el otro a un grupo de mercenarios contratados para rescatar a la agente de narcóticos Sophie (muy profesional eso de tratarse por los nombres de pila). Debido a ella se da el único instante en el que una historia toma noción de la otra cuando uno de los soldados le comunica a su superior, Thompson, que la agente ha sido raptada; supuestamente se hallan en una misma habitación, pero los colores de las paredes y la iluminación son distintos.

Segundos después Thompson recibe a otra persona en su oficina y allí sí coinciden los colores.

De Sophie y esta versión de los delincuentes se encarga un grupo de mercenarios contratado por el gobierno estadounidense ante las dificultades del ejército para movilizarse con éxito a través de la selva. No hay mucho que contar de esta subtrama salvo que en ella participa una mujer llamada Wendy que en cada escena aparece con un vestuario distinto aunque sea absurdo que se cambie de ropa mientras avanzan por la jungla. Por lo demás cuenta con lo habitual en esta clase de películas: violencia exagerada, muchos disparos y explosiones.

La pobre Sophie siendo sometida a la vieja pero efectiva tortura de la gota de agua.

La situación no es tan sencilla respecto al clon de Robocop y los vampiros saltarines. El climax de esta subtrama es más extenso de lo que debería, una escena final de 13 minutos donde uno empieza a cuestionarse si realmente es posible un desenlace si los disparos del robot parecieran no tener efecto sobre los vampiros y estos a su vez no consiguen hacerle daño al soldado aluminizado. Sin embargo algo sucede que conlleva a la desaparición de los vampiros y abruptamente aparece THE END en pantalla sobre un fondo rojo. Es como si el director se hubiera aburrido o simplemente no supiera qué otra cosa agregar, optando por acabar bruscamente con todo y que el espectador quede tan lleno de preguntas como si se tratara de una obra de Béla Tarr o Ingmar Bergman.

Si desean ver una película carente de sentido y valores cinematográficos esta es sin duda una firme candidata. Se encuentra disponible en su totalidad en YouTube, pero también pueden ver una versión resumida de dos minutos en el siguiente video:


2 comentarios :

Jaws dijo...

Um ótimo 2014 para todos!

Marcel dijo...

Mis mejores deseos para ti también.

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